instalación de un ensayo poético
Un recorrido por la muestra
miércoles, 21 de agosto de 2013
viernes, 16 de agosto de 2013
hoy, victoria, nómada.
nómada
victoria mataran
dibujos
nómada
sin interior ni exterior
se distribuye en un espacio abierto
deviene perpetuo sin meta
ocupado
transitado como relato
pasa por alturas potencias
varía en silencios ritmos
recorrido para distinguir
devolver al torrente el fluido
es en cada presente
combinación irrepetible
reflejo interpretación
simbolización vital
manifestación de transformación permanente
experiencia
forma que trasciende los límites de lo acabado
extendiéndose como herencia
modos persistentes de vida genuina
deseo de crecimiento ilimitado
construcción y deconstrucción
respiración
noción de pertenencia
dibujo-mancha-línea
se desplazan
cargando estructuras inconscientes
obras
develan modulan huellas
ejecutadas en secuencia inagotable
cauces vetas grietas
mapas de territorios vivos
UN MUNDO DE SIMBOLOS
Nos hemos transformado en un mundo de
símbolos.
Si desde el comienzo de la humanidad la
comunicación fue a través de simples trazos, gestos o sonidos, ahora, casi de manera circular, cíclica hemos vuelto a ese comienzo. Establecer contacto
hoy se traduce en brevísimas consignas,
mínimos gestos, super-sintéticas imágenes que todo lo encierran. El mundo
globalizado ha logrado comunicarse mediante un lenguaje universal en clave que se
abre a grandes conceptos e ideas.
Las obras de Debora Daich y Victoria
Matarán me remiten a los tiempos que corren, una matrix en movimiento.
Los profundos conceptos que involucran
el ser y el sentir, y que las inquieta, son
traducidos en imágenes concentradas que se transforman en
expresiones plásticas.
Ellas manejan la poesía de sus obras a
través de un vocabulario reducido, casi científico.
Los dibujos de Victoria podrían
asemejarse a células que vistas al
microscopio son como imágenes macromoleculares e irregulares en blanco y negro…
Los escritos de Debora podrían
interpretarse como imágenes que a simple
vista se comportan como series
matemáticas repetidas hasta el infinito…
En ambas confluye la traslación de
pensamientos e ideas que mediante grafismos (líneas, curvas, puntos y vacíos) conservan
su espíritu nómade.
Estamos en tiempos de signos, de
síntesis y cosificación.
Pero las obras de Victoria y Debora nos
devuelven la sensibilidad que fuimos perdiendo…
Acudir a este encuentro es una
invitación a vivenciar la coexistencia del sentir y el pensar: lo que llamo un
cruce perfecto!
Irene Jaievsky
curadora
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